La “Outrider” cuenta con todo el ADN de la casa Indian, con un motor refrigerado por líquido que ofrece unas magníficas prestaciones y una posición de conducción original que solo puede calificarse de dinámica. Pero Werks considera que la Scout estaría más elegante con un manillar tipo “cuelgamonos”, y un neumático trasero sobredimensionado de 180 con uno delantero de 130 mm.
Las ruedas de aluminio vienen firmadas por Performance Machine y conjugan perfectamente con los detalles del motor de la Scout. El asiento también es una pieza clave en la Scout Outrider, que pretende dar una sensación de “montar” en la moto, dejando espacio bajo el mismo para llevar un tubo de cuero con las herramientas y la documentación.
Los guardabarros (o su ausencia) son algo fundamental en la cultura bobber, por lo que en la Outrider no podían permanecer inalterados. El guardabarros delantero es un Klock Werks modificado y adaptado para ajustarse a un neumático de 130, mientras que el de la parte trasera rezuma el estilo clásico bobber con el extremo completamente adaptado a la luz de posición.
Los tubos de escape son siempre elementos que resultan fáciles de cambiar, en este caso se tratan de unos Kully Co., con salida alta que no hacen sino ratificar el nuevo estilo bobber dado por el preparador americano Klock Werks.
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