El convenio firmado en 2011 y ratificado en 2015 por la empresa mixta Madrid Calle 30 queda en el limbo, o al menos, cambia su hoja de ruta. Si en los ejercicios 2015 – 2016 se invirtió 10,5 millones de euros, y este tenía que invertirse 28, el nuevo rumbo deja la inversión reducida en un 57% hasta los 12 M€.
El Ayuntamiento de Madrid tranquiliza asegurando que cualquier incidencia que se detecte en la vía será tramitada por la vía de urgencia. Y achaca el cambio a los perjuicios económicos que ha causado la construcción de una obra que se realizó sin estudios técnicos, jurídicos y de viabilidad económica por parte del antiguo alcalde Alberto Ruiz-Gallardón (PP).
Cuando se ideó la M-30, se planeó una inversión en mantenimiento de 3.000 millones hasta 2040. Cifra que se recortó hasta 333 millones poco tiempo después. Ahora la cifra se ha vuelto a recortar, y el problema es que el carril subterráneo más largo de Europa (118 km), con 1.000 cámaras de vigilancia, 53.000 luminarias y 550 señales de mensaje variable, necesita de un mantenimiento constante para que no disminuya la seguridad vial de una vía que acapara 1,5 millones de desplazamientos por día.
Fuente