“La inversión de reposición es insuficiente, muchas infraestructuras están envejeciendo y el stock de capital en servicios públicos retrocede desde 2012”. Una antigüedad que crece desde antes de la crisis. En 2007 era el 14,2%, y no solo afecta a las carreteras, sino también a las infraestructuras hidráulicas, portuarias y viarias.
La inversión pública en España ha caído de manera sostenida desde 2009 y la inversión actual ni siquiera cubre la depreciación de los capitales acumulados, por lo que advierte que “si el ritmo inversor se mantiene en los niveles actuales, en 2030 casi la mitad de las infraestructuras públicas españolas tendrá una antigüedad superior a 20 años”.
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