Se calcula que unas 5.938 unidades presentan pinzas de freno que pueden oxidarse por que no se ha realizado el proceso de anodizado de las mismas. Esto puede llevar a que los pistones se fusionen y se bloqueen, o a que queden libres dentro de la pinza perdiendo su función.
La información sobre la incidencia ha sido tramitada por la Administración de Tráfico y Seguridad de Carreteras (NHTSA), indicando que se produce especialmente bajo ciertas condiciones ambientales. Especialmente en invierno, cuando el tratamiento de las carreteras con sal puede acelerar el proceso de corrosión de las pinzas de freno.
Las tareas de revisión en los talleres de los concesionarios oficiales comenzará el 4 de octubre de 2019 en los EE UU. Todavía no existe una alerta similar para Europa.
Fuente: NHTSA, Asphalt&Rubber