Un equipo palestino de motociclismo se ha unido a sus compañeros israelíes para una competición amistosa. Los pilotos palestinos no disponen de lugar ni de preparadores adecuados para disfrutar de su hobby sobre dos ruedas. En ocasiones hacen carreras en las calles de Judea y Samaria, pero no es el lugar adecuado, y reconocen que se producen accidentes muy graves en los que algunas veces mueren compañeros o transeuntes.
A las autoridades tampoco les agrada mucho porque las motocicletas de competición hacen mucho ruido y alteran a la población. Pero los motoristas palestinos afirman que no les interesa la política sino las motos y por eso han cruzado la frontera para competir junto con los israelíes. Les emociona especialmente poder probar la velocidad máxima de sus motos en un tramo recto.
Desde Israel también acogen bien la llegada de los palestinos “Nuestra religión es la motocicleta y sus prestaciones. La política permanece más allá de la valla”, afirma un organizador del encuentro.
Fuente: Israelnoticias