El motivo tras la petición de suspensión de ayudas se encuentra en que el informe es concluyente en cuanto al nivel de contaminación de los camiones: tanto los movidos por GNL como los Diesel emiten aproximadamente la misma cantidad de gases de efecto invernadero.

Concretamente los camiones GNL producen entre 969 y 1.051 gramos de gases de efecto invernadero por kilómetro, frente a los 1.060 gramos de los diesel. Esto elimina la supuesta ventaja para el clima de los vehículos movidos por Gas Natural Licuado.

Las emisiones nocivas no solo se producen durante la quema del combustible en el motor, también por fugas durante la carga o en el proceso de transporte y almacenamiento. Recordemos que el metano tiene cuatro veces más incidencia sobre el cambio climático que el propio CO2.

Además, los camiones GNL no solo emiten CO2 y metano, durante la combustión también se originan los temidos óxidos de nitrógeno, responsables de enfermedades pulmonares en humanos.

Hasta el momento los transportistas alemanes podían acogerse a una subvención de 12.000 euros para la adquisición de un vehículo movido por GNL, lo que ha servido para subvencionar la compra de 713 camiones con un gasto del gobierno de 8,5 millones de euros.