Los datos corresponden a la Cambra Oficial de Contractistes d´Obres de Catalunya (CCOC). En el incremento vivido en el pasado 2017, que supone el segundo ejercicio que cierra en positivo desde 2010, la licitación sigue siendo inferior a la media de los últimos 20 años.
Desde CCOC reclaman que las infraestructuras se planifiquen en programas de medio-largo plazo atendiendo a la demanda y los costes socioeconómicos, no a golpe de elecciones. Para el caso concreto de Cataluña, las infraestructuras actuales, y las de próxima construcción, deberían suponer aproximadamente el 2,2% del PIB.
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