Aunque no son la norma, su sola existencia indica que la tecnología aún debe madurara para su implantación en las calles. Los ciudadanos serán extremadamente más severos con los accidentes en los que haya involucrado cualquier tipo de vehículo autónomo, que en los que solo participen conductores.

El último accidente se ha producido en las calles de San Franciso, California. Una unidad del Chevrolet Bolt (eléctrico y autónomo de nivel 5) arrolló al conductor de una motocicleta, tras intento de cambio de carril fallido.

El resultado fue que intentó volver a la posición inicial y en la maniobra de vuelta se llevó por delante al motorista. Afortunadamente el conductor de la motocicleta solo ha resultado herido en un hombro y un brazo. Pero ahora General Motors tendrá que indemnizarlo porque no puede trabajar.

De acuerdo con GM, el auto transitaba a 12 mph (alrededor de 19 km/h) en condiciones de mucho tráfico, mientras que la motocicleta lo hacía a 17 mph (aproximadamente 27 km/h). El motorista, Oscar Nilsson, "echó un vistazo al costado del su moto ... se tambaleó y cayó".

El problema de trasfondo es que las motos son muy rápidas y ágiles. Cuando el coche falló en su intento de cambio de carril volvió al carril original sin percatarse que el motorista le había adelantado en una maniobra extraordinariamente rápida.

Puesto que los vehículos autónomos tienen una amplia panoplia de artilugios que miden y graban todo lo que ocurre a su alrededor en una caja negra, se ha podido reconstruir el accidente con todo lujo de detalles.

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