De momento se patrullará de manera experimental para comprobar la efectividad de la última medida de choque que busca frenar la siniestralidad entre los motoristas. Una medida de incremento de vigilancia que llegará junto al mayor uso de drones y aviones en el próximo 2019.
Las nuevas patrullas aéreas se centrarán en las carreteras secundarias en general, mientras las motos de la Guardia Civil sin distintivos propios del cuerpo patrullarán por las rutas más frecuentas por los motoristas. Su principal misión será detectar infracciones relacionadas con la velocidad, el consumo de alcohol y las drogas.
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