El Gobierno se ha comprometido a eliminar los peajes de las autopistas cuyas concesiones vayan venciendo. El sector del transporte por carretera ha expresado su satisfacción pues podría suponer un ahorro de 1.900 euros anuales por vehículo, añadiendo que esto abre vías más cómodas y seguras para todos.
La liberalización afectará de manera inminente a tres vías: la AP-1 de Burgos-Armiñón, la AP-4 de Sevilla-Cádiz (2020) y el tramo de la AP-7 entre Alicante y Tarragona que vence en 2019. En 2021 terminará la concesión de la AP-7 entre Barcelona, La Jonquera y Tarragona, y la AP-2 Zaragoza-Mediterraneo.
Grupos políticos como Podemos y la Generalitat Valenciana se han mostrado partidarios de la medida, por el contrario el Gobierno del País Vasco defiende el mantenimiento del actual modelo de cobro por uso.
Desde Ciudadanos se pide que el Gobierno aclare su modelo de infraestructuras pues el sobre coste podría incrementarse hasta los 1.000 millones de euros en 2021 si se tiene en cuenta la actual red de peajes nacional. Un coste que el Gobierno deberá indicar como va a asumir a la par que atiende al mantenimiento y conservación de las vías.
Por poner solo un ejemplo, la AP-1 tiene un mantenimiento de 23 millones al año y tiene pendiente obras para completar la totalidad del trazado a tres carriles, lo que costará más de 300 millones de euros.
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