Aunque parezca algo normal en occidente, el logro de las mujeres sauditas supone la culminación de una campaña de años realizada por activistas de derechos humanos, muchas de las cuales acabaron arrestadas e incluso encarceladas.

Pero la lucha no acaba ahí, ahora faltan autoescuelas e instructores especiales para las féminas, pues no pueden coincidir con los hombres. Además las mujeres sauditas deberán conducir en la calle con abaya, un tipo de vestido largo que no es lo más indicado para montar a horcajadas sobre una motocicleta.

Aunque es un vestido simple y suelto, un gran cuadrado de tejido que cubre los hombros a los pies, su resistencia y comodidad no es comparable a la de unos vaqueros o a la ropa técnica de motorista. Solo cuando aprenden a conducir en circuito cerrado podrán utilizar vaqueros en su indumentaria.

El curso para la obtención del carné de moto tampoco es económico, le saldrá a cada futura motera por unos 400 dólares, y solo disponen de la pista de entrenamiento una vez a la semana, el resto del tiempo lo copan los hombres. Así las cosas, solo hay cuatro mujeres inscritas en una de las primeras autoescuelas con cursos especiales impartidos por la monitora Elena Bukaryeva.

Pero las primeras mujeres en conseguir el carné, como Lynne Tinawi de 19 años, ya hablan de la moto como un signo de emancipación e independencia, en definitiva la moto les aporta “libertad”.

Muchas mujeres sauditas optaron hasta el momento por obtener el carné en la vecina Bahréin, como la saudí Maryam Ahmed Al- Moalem, que incluso se unió a un club de harlistas de aquel país. A partir de ahora podrá conducir la moto en su propio país.

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