Pere Navarro, que presidió Tráfico entre 2004 y 2012 y que abandonó el cargo tras la llegada de Mariano Rajoy al Gobierno, regresará a la DGT de la mano del partido Socialista. Tras el trámite del Consejo de Ministros tomará posesión de su cargo este viernes.

Navarro logró una importante reducción de la siniestralidad con sus políticas de seguridad vial. Unas cifras que en 2011 eran inferiores a los 1.500 fallecidos por primera vez en 50 años. Este hito suponía la reducción de un 55 por ciento de las víctimas mortales, desde los 5.517 fallecidos hasta los 2.478 en 2010.

Una mejoría que llevo a España a liderar el ranking de países de la Unión Europea con menos accidentes, colocándose en el cuarto puesto.

Entre las medidas más aplaudidas esta la creación de la Comisión de Seguridad Vial en el Congreso de los Diputados, la limitación temporal a 90 km/h en carreteras convencionales o la reducción a 110 kilómetros por hora en autopistas para "ahorrar combustible".

En su regreso a la DGT, Navarro se encontrará con un panorama muy diferente. Las cifras de muertes en carretera han dejado de disminuir e incluso están volviendo a la senda ascendente. Y escándalos por su antecesor Gregorio Serrano, como el de la gestión de la AP-6 durante el fin de semana de Reyes, en el que una gran nevada dejó a miles de conductores bloqueados durante todo un día.

De Pere Navarro se espera ahora que impulse alguna nueva medida como el carné por puntos, que supuso un fuerte revulsivo para activar todo lo referente a la seguridad vial. De momento centra sus objetivos en integrar las políticas de movilidad ahora divididas entre varios ministerios, o en la reducción de velocidad a 90 km/h en las carreteras secundarias. También habla de dar un fuerte impuso a planes de seguridad específicos, como el que prepara para los motoristas.

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