De los 1.013 fallecidos registrados en las carreteras españolas, 567 viajaban en turismos, 189 en motocicletas, 64 en furgonetas y 48 en bicicleta. Además 54 personas fallecieron en atropellos, el 52% de los cuales sucedió en horas nocturnas.

Un dato preocupante es que el índice de letalidad, el nivel de gravedad de los accidentes, se ha incrementado en los últimos años. Concretamente se ha aumentado un 13% desde 2013 a 2017, pasando de 2,4 a 2,7 fallecidos por cada cien víctimas. Un incremento del 30% en las colisiones frontales y del 35% en las salidas de vía.

Del total de 1.013 personas que fallecieron en 2017, el 77% pereció en vías interurbanas, con las salidas de vía como principal causa (367 fallecidos), seguido de las colisiones frontales (285 fallecidos), las frontolaterales (149 fallecidos) y los atropellos (54 fallecidos).

El accidente mortal más frecuente es la salida de vía con solo un vehículo implicado, que supuso 367 fallecimientos. La velocidad excesiva o inadecuada fue señalada como un factor concurrente en la mitad de estos casos; la distracción, en uno de cada tres. Cabe destacar también que un 47% de los conductores implicados presentaban consumo de alcohol y/o drogas ilegales.

Las colisiones frontales supusieron 285 fallecidos. Siete de cada diez casos se debieron a la invasión del carril de sentido contrario por parte de uno de los conductores, mientras que en uno de cada diez intervino un adelantamiento antirreglamentario. Los factores concurrentes más importantes fueron el alcohol y/o drogas ilegales (42% de los casos), la distracción (36%), el cansancio o sueño (22%) y la velocidad inadecuada (19%).

Las colisiones frontolaterales, típicas de intersecciones, causaron 149 fallecidos. El incumplimiento de las señales y normas de prioridad es señalado como factor en un 44% de los casos, mientras que la distracción y la velocidad inadecuada intervienen cada una en un 32%.

Fuente: Ministerio del Interior