Aunque siendo realistas, no es la primera vez que se solicita un cambio en los límites de velocidad para las autopistas británicas. En 2011 se hizo una propuesta similar que no llegó a buen puerto debido a una falta de acuerdo dentro del Gobierno de Coalición de entonces.

Los británicos critican la actual velocidad máxima de 70 mph (113 km/h), un límite genérico de la vía que data de 1965, cuando los vehículos, las carreteras y la preparación de los conductores eran muy diferentes a las actuales.

En cualquier caso no sería una subida de velocidad generalizada, sino solo para algunos tramos de carretera en los que opina que pueden funcionar con garantías de seguridad a 80 mph.

También se plantea incrementar los límites de velocidad cuando se están realizando obras en la vía. La velocidad debería pasar de 50 a 60 mph antes de fin de año, y si la prueba resulta exitosa, se hará estándar para el 2019.

En relación a los límites de velocidad se estudia la introducción de límites de velocidad variables, una media que se discute en la actualidad con la policía encargada de vigilar su cumplimiento.

Finalmente, los automóviles clásicos y los más antiguos no podrán circular por las carreteras totalmente automatizadas dentro de 30 años, por lo que podrían tener prohibida la circulación por ley, por ser peligrosos para el resto de vehículos autónomos.

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