Apoyando las recomendaciones marcadas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia el real decreto indica que el "modelo de estación de servicio automática, o sin personal de forma presencial, se ha extendido por toda Europa y convertido en un modelo de negocio que compite con los modelos de servicio asistido y autoservicio dentro del mercado minorista de distribución de carburantes de automoción".
La principal reivindicación de los que se oponen al autoservicio, la atención a discapacitados, no queda recogida de manera precisa "cuando la asistencia a distancia resulte ineficaz para una adecuada solución de las incidencias o emergencias, deberá facilitarse a la persona consumidora en el más breve plazo posible atención personal". Pero el texto no recoge el plazo máximo de tiempo que puede llegar a esperar el discapacitado, y cómo proceder en caso de no realizarse dicho servicio.
Tampoco explica qué hacer si el usuario recoge el combustible en recipientes no homologados o si hace un uso fraudulento o negligente.
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