Suzuki ha decido lanzar una nueva Katana en 2019 basándose en la mecánica de la GSX-S1000F, un motor tetracilíndrico de 999 cc que rinde 147 CV, junto con un diseño salido de la mente de Rodolfo Frascoli. Sus líneas angulosas recuerdan fuertemente al modelo inicial y de gran parecido con la concept 3.0.
El motor K-5 es el que se empleó en la Suzuki GSX-R1000 entre los años 2005 al 2008, un motor que ha sido revisado para adaptarse a las exigencias de contaminación actuales.
Las luces de tecnología LED recuerdan a las antiguas por la forma general pero le dan un toque vanguardista, como la propia pantalla TFT a todo color.
El motor incorpora la tecnología Dual Throttle Valve (SDTV), el sistema de doble válvula del acelerador que mejora la eficiencia. El escape también es nuevo, con disposición 4-2-1. El chasis de la Suzuki Katana 2019 es un doble cuna de aluminio, mientras que el basculante viene heredado de la GSX-R de 2016.
La horquilla invertida de 43 mm es totalmente ajustable, al igual que el monoamortiguador trasero ajustable en precarga y rebote, ambos firmados por Kayaba. El apartado ciclístico se completa con unas pinzas Monobloque de 4 pistones con discos flotantes de 310 mm.
El control de tracción con cuatro niveles de intervención es desconectable y entre las ayudas electrónicas está el sistema que evita que se cale la moto a bajas revoluciones, o el ABS en curva.
La Suzuki GSX-S1000 Katana 2019 pesa 215 kg, tan solo un kilogramo más que la GSX-S1000F carenada, y su asiento está situado a 825 mm de altura.
Aunque el precio aún no ha sido desvelado, la Suzuki Katana vendrá con una amplia variedad de accesorios para su personalización.