El catálogo 2019 contará con los modelos Scrambler 1200 XC y Scrambler 1200 XE, unas motos de trail “retro”, porque eso es lo que supone las scrambler, los primeros modelos de motos modificados específicamente para poder competir sobre pistas de tierra en los años 60 y 70.
Una moto que comenzó en el mercado anglosajón, y que poco a poco se fue extendiendo al resto del mundo. La buena acogida que han tenido las Scrambler de Ducati ha llevado a muchos otros fabricantes a plantearse contar con su propia gama.
La de Triumph raya en lo más alto en cuanto a calidad de terminación y equipamiento, con suspensiones de largo recorrido, tubos de escape gemelos elevados y chasis de tubos de acero.
El asiento corrido plano es otro signo más de las trail que se ha ido manteniendo con el tiempo, así como las llantas de radios. Los dobles amortiguadores posteriores son una reliquia del pasado, pero el basculante es del más moderno aluminio forjado. Algo que también observamos en la horquilla delantera invertida, en los frenos Brembo M50, o en la llanta delantera de 21”.
Triumph ha hecho crecer la gama por arriba pasando de las mecánicas de 900 cc a otras de 1.200 cc, manteniendo la potencia del motor bicilíndrico Bonneville (90 CV @ 7.400 rpm), con un estilo de conducción moderno y regusto vintage en los detalles decorativos de la mecánica.
La Triumph Scrambler 1200 XC está pensada para su uso en carretera, mientras que la Scrambler 1200 XE busca las prestaciones off-road e incluye seis modos de conducción (Road, Off-Road, Rain, Sport, Rider -configurable- y Off-Road Pro, que reproduce el comportamiento de las motos Triumph de aventura).
Ambas cuentan con un panel de instrumentos TFT a color de 2” con dos diseños personalizables que mejoran la legibilidad. La pantalla se puede conectar vía Bluetooth con el Smartphone con lo que se puede controlar las llamadas telefónicas o escuchar música a nuestra elección, o controlar por primera vez en el mundo la cámara GoPro. El panel permite incluso monitorizar la presión de los neumáticos (TPMS), además, por supuesto, de la navegación.
La iluminación también dista mucho de ser clásica, opta por un LED dentro de un faro delantero de cinco pulgadas con luces de conducción diurna DRL, faro trasero de opacidad difusa e intermitentes homologados.
El manillar cuenta con retroiluminación para mejorar el manejo de todas las funciones desde la piña de interruptores.
El sistema de encendido utiliza un arranque sin llave, mientras que el control de velocidad y puños calefactables o la toma de corriente USB, también vienen de serie.
Fuente: Triumph
