La alarma ha saltado tras detectarse que un tercio de las sentencias por delitos contra la Seguridad Vial de Castilla y León están relacionados con conductores que superan los 65 años y han decidido no presentarse a las pruebas para la renovación del carné de conducción.

Muchos saben que las multas son meras sanciones administrativas, por lo que pagan la multa y siguen conduciendo. No tratan de renovar el carné porque saben que no podrían superar las pruebas del psicotécnico.

En 2017 este tipo de sentencias supusieron 959 casos del total de 3.279 sentencias en Castilla y León. Una tendencia preocupantemente ascendente. Las estadísticas de la DGT también reflejan que un diez por ciento de los accidentes con víctimas han sido protagonizados por conductores veteranos. La mayor parte de esos siniestros (55%) han ocurrido en vías urbanas por colisión lateral o trasera (60%) y por salidas de vía (14%).

Conforme el envejecimiento de la población es cada vez más patente en algunas provincias, la seguridad vial está cada vez más relacionada con la edad del conductor. Aunque son accidentes que ocurren a baja velocidad en vías vecinales, travesías o vías urbanas, el número de siniestros crece.

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