La plataforma se crea tras el anuncio del Ayuntamiento que preside Ada Colau de establecer una tasa de 71,51 euros para cada vehículo compartido que estacione en la calle. Pero lo que más les afecta es la limitación de crecimiento mediante licencias. El Ayuntamiento ha limitado el desarrollo del sector fijando en 3.420 motos y 2.550 bicis el número de licencias máximo.
Aunque ahora mismo hay 2.325 en funcionamiento, su margen de subida es ciertamente limitado, y lejos de estar regido por el libre mercado, se convierte en un nuevo arma de recaudar en manos del Ayuntamiento.
Estas medidas pueden desincentivar a las compañías que aplazarán sus planes de expansión y de adquisición de vehículos eléctricos con cero contaminación atmósférica.
Por todo ello, los responsables de Cooltra (2.150 motos), Scoot (1.000 bicis y 500 motos), Mobike (5.000 bicis), Donkey Republic (600 bicis mecánicas), Yugo (390 motos), Coup (850 escúteres) y Movo (515 motos), piden cinco años de margen para desarrollar plenamente el sector y comprobar su potencial verdadero.
En Barcelona existe un parque de dos ruedas que alcanzan las 287.321 motocicletas y ciclomotores, por ello es un tanto incomprensible, que las nuevas empresas de motos compartidas alteren la movilidad con sus “2.325” unidades o con las 3.420 del tope máximo.
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