Las ventas y los ingresos superan los datos de 2017, con 5.700 millones de dólares de facturación en 2018 frente a 5.650 millones de dólares del año anterior. Europa está contribuyendo a esos aparentemente positivos datos, con 46.602 unidades matriculadas, frente a las 44.935 de 2017. Un incremento del 3,7% que muestra la cálida acogida que mantiene Harley-Davidson en el Viejo Continente.
Pero la firma no las tiene todas consigo, y mirando con lupa los datos comprobamos que el último trimestre de 2018 fue para olvidar. En ese periodo experimentaron una caída de los ingresos del 9%, con unas ganancias que perdieron el -94% y se acercaron mucho al cero.
¿La culpa? Un mercado local nada boyante. En los Estados Unidos descendieron las ventas un 10,1%, mientras que en el extranjero tampoco fue especialmente bueno, con caídas del 2,6%, con un descenso global de las ventas del 6,7%. Una cifra que en nada invita al optimismo y que hace pensar en una entrada de 2019 más que problemática.
Así las cosas, las previsiones de ventas para 2019 indican una horquilla de ventas globales situada entre las 217.000 y las 222.000 motocicletas. El peor dato en 8 años, en un momento de plena catarsis en el que se dejan atrás viejos esquemas de negocio y se dirigen hacia una completamente renovada concepción de Harley, con su propia gama de modelos eléctricos pensada para atraer a los clientes más jóvenes y potenciales fans de la marca del día de mañana.
Fuente: Harley-Davidson