Los residentes en las Islas Baleares podrán seguir conduciéndolo sus vehículos contaminantes, pero solo podrán renovarlos por otro vehículo de cero emisiones. Y en dicho plan no se hacen distinciones entre motos o coches, pues el objetivo último es convertir a las Baleares en un referente en términos medioambientales con unas islas completamente descarbonizadas para 2050.

Las restricciones también afectan a los no residentes que no podrán entrar en las Baleares sin un vehículo eléctrico o de cero emisiones contaminantes, y a las empresas que ofrezcan vehículos en alquiler, que tendrán que ir renovando sus flotas para adquirir vehículos eléctricos, pues en 2035 las flotas deberán ser cero emisiones.

Para ayudar a la progresiva electrificación de las islas y la mayor penetración de energías renovables, se destinarán 12 millones de euros a la instalación de una completa red de puntos de carga rápidos y semirápidos para vehículos eléctricos hasta alcanzar los 1.000 puntos. Los nuevos puntos de recarga se instalarán en empresas de hostelería, talleres mecánicos y rent a car.

Dichas medidas irán aparejadas de la instalación de placas solares en aparcamientos y nuevas edificaciones. En las edificaciones asiladas se deberá recurrir obligatoriamente a las energías renovables.

Finalmente, el plan contempla el progresivo cierre de centrales térmicas de producción eléctrica, para convertir las islas en las pioneras de Europa en el uso de energías renovables para la producción de energía eléctrica.

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