La Comisión Europea confía más en la tecnología WiFi como se deriva de la nueva Legislación de Vehículos Conectados que, lo que va en contra del Plan de Acción 5G de las operadoras telefónicas y pone en peligro la nueva competitividad digital.

La tecnología 5G es muy eficaz, pero también muy costosa y tardará en implantarse al nivel requerido. La Comisión Europea ha optado por la vertiente práctica en su elección, y apostar por tecnologías económicas y maduras como las redes Wi-fi (802.11p). Algo que sin embargo se considera un error porque es vulnerable, lenta y hasta cierto punto obsoleta para vehículos conectados, según la Industria.

A pesar de todo este estándar 802.11p opera en el espectro de frecuencias de 5,90 GHz a 6,20 GHz, se utilizará para las comunicaciones de corto alcance (DSRC) permitiendo intercambiar datos entre vehículos e infraestructuras.

El Plan de acción 5G de la UE contempla que todas las “rutas de transporte terrestre principales tengan una cobertura 5G ininterrumpida para 2025“. En lugar de incentivar alcanzar este objetivo, la nueva legislación, el Acta Delegada sobre Sistemas Cooperativos de Transporte Inteligente (C-ITS), podría suponer un retraso a los planes de lanzamiento 5G en Europa, según GSMA Europe, que apuesta por la conectividad Celluar-V2X (C-V2X).

A juicio de GSMA Europe, esta decisión política llevara a Europa a perder otra carrera más, la de ser avanzadilla del despliegue de redes 5G. Esta batalla es más importante que la ya perdida frente a los fabricantes asiáticos en torno a las baterías para vehículos eléctricos, y que deja a Europa a remolque de fabricantes coreanos, chinos y japoneses.

Fuente