Asociación Mutua Motera

      
 
 
Accidentes de Tráfico 2016, la consecuencia de la “No Política”
  24 de Enero de 2017
  Accidentes de Tráfico 2016, la consecuencia de la “No Política”

2016 se ha saldado por primera vez en 13 años con un incremento de las víctimas mortales por accidentes de tráfico. En el colectivo de motociclistas mejora ligeramente.

La DGT nos presenta la situación como que la inversión de la tendencia positiva se ha producido este año, cuando la realidad es que la tendencia se paralizó hace ya tres. En 2015 tan solo hubo una víctima menos que el año anterior y en 2014 se registraron 2 víctimas menos, que comparado con los importantes descensos de años anteriores, realmente implica lo que desde la Asociación Mutua Motera hemos venido advirtiendo desde hace años, un cambio de tendencia preocupante.

La anterior directora de Tráfico, Sra. Seguí, apenas pudo vivir de las rentas del trabajo de Pere Navarro durante un año, los tres siguientes fueron un simple subsistir y el legado que deja es éste, la vuelta de la siniestralidad.

Y es que en un problema tan complejo como el de la seguridad vial, la política de la soberbia, del “todo por el pueblo pero sin el pueblo”, no funciona. Seguí generó una gran expectativa en sus comienzos. Todos nos ilusionamos con que continuaría con la política anterior pero mejorándola en la parte más técnica, sin embargo hizo todo lo contrario, se dedicó a deshacerlo todo, lo bueno especialmente.

Dejó morir los grupos de trabajo de usuarios vulnerables, los más sensibles a la siniestralidad, como los de los motociclistas. Pasó a la política de la palmadita en la espalda y la foto, nos recibía a todos, nos ofrecía buenas palabras y bonitas promesas que siempre quedaban en el cajón.

Eso sí, si Navarro ya hizo una buena inversión en radares, la Sra. Seguí batió todos los records, no solo sembró España de radares, sino que centró toda su política en responsabilizar al ciudadano, campaña tras campaña, no hubo un colectivo que no fuera perseguido durante su mandato.

La Sra. Seguí paró la reforma de toda la legislación de seguridad vial, una reforma pactada con todos los partidos y los colectivos de ciudadanos, lista para ser aprobada nada más tomar posesión de su cargo, que paralizó para cambiarla a la medida de los intereses de determinados “lobbies”, como el de los dueños de los cotos de caza, aunque fuera a costa de convertir en presuntos culpables a todas las víctimas de accidentes con animales cinegéticos. El Reglamento, que estaba listo y consensuado, 5 años después sigue sin reformar. Prometía mejorar la estadística y el sistema de recogida de datos y nunca antes hemos tenido tanto retraso en la publicación de información por parte de la DGT.

¿El resultado de esta política? El que tenemos ahora, 4 años perdidos para la seguridad vial y un incremento de las víctimas mortales y heridos graves, la ruptura del dialogo con los ciudadanos, la ruptura del tradicional consenso entre partidos en materia de tráfico y en resumen, un auténtico desastre que demuestra que la política de la sanción, de la persecución y en definitiva del “Gran Hermano” que todo lo ve y todo lo controla, no funciona.

La seguridad vial es un problema de todos que generamos todos, no solo depende de que los usuarios nos distraigamos o vayamos más rápido de la cuenta, depende también de la normativa, depende muy especialmente del estado de la carretera, de su diseño, de la formación, la actitud y aptitud de los profesionales de la carretera (empresas concesionarias, agentes de tráfico, técnicos de obras públicas, etc.), de los vehículos, de las aseguradoras, en fin, de todos, y la única forma de solucionarlo es la que ya hemos experimentado en tiempos de Pere Navarro, el dialogo, el trabajo y el consenso entre todos los colectivos mediante la eficaz herramienta de los grupos de trabajo sectoriales.

Esperamos que el nuevo director sea capaz de ver esto y que retome la política sincera en detrimento de la política de la foto. Por ahora pinta mal, pues recién llegado ya anuncia reformas relámpago de cosas que funcionan, como el carné por puntos y de legislación que desconoce, la del tráfico, reformas que denotan más política de responsabilizar al ciudadano y menos de reforma estructural, como las infraestructuras o las responsabilidad de los cargos públicos, entre otras.

Nosotros no cejaremos en nuestro empeño de intentar que las cosas se hagan con sentido común, esperemos que no cunda el pánico en el nuevo equipo. Empecemos lento pero seguro, lo importante no es la foto de hoy, sino las víctimas que podemos evitar en el futuro.

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