Lo que desde la ANM sí se ve con buenos ojos, y así lo hemos hecho saber a la DGT cuando se nos ha consultado, es la obligatoriedad del Airbag y guantes para los trabajadores que utilizan la moto como herramienta de trabajo y ahora, en Chipre, parece que nos toman la delantera en esta medida de seguridad

Según Le Repaire des Motards, el ministro de Transportes de Chipre quiere imponer el equipo de protección de motorista completo, dentro del cual, estaría el chaleco airbag. Esta medida solo afectaría a los profesionales de la moto, es decir, aquellos que trabajan con la moto como herramienta.

La propuesta de ley impone, además del uso del airbag y casco, un equipo homologado completo compuesto por chaqueta, pantalones y botas o zapatos, protecciones en las rodillas, las caderas, una dorsal y guantes. 

Esta medida será aplicable a todo tipo de motocicletas y ciclomotores, por lo tanto, los empresarios tendrán que pasar a la caja, porque en caso de incumplimiento del nuevo reglamento podrían ser sancionados por incumplir la normativa de riesgos laborales, lo cual puede incluso ser delito. 

La propuesta de ley ha generado preocupación de la asociación local de defensa de los motociclistas, el CMRC (Cyprus Motorcycle Rights Club), que denuncia el coste y la complejidad del uso de estos equipos, pero sobre todo, por la falta de precisión de la legislación, que no define claramente lo que debe considerarse un “conductor profesional.

El proyecto de ley, que también prevé luchar mejor contra la contratación de repartidores sin licencia, ha sido aprobado por el Consejo de Ministros y solo necesita la luz verde del Parlamento.

 

La postura de la ANM

En relación con este tema la Asociación Nacional de Motoristas defiende:

- La promoción del uso de prendas de protección de motoristas con Airbag

- La reducción del IVA para dichas prendas y para todos los equipos de protección de motoristas.

- La subvención de chalecos airbag para motoristas con menores recursos económicos.

- La no obligatoriedad de los equipos de protección, salvo el casco, salvo que su no uso pueda poner en riesgo a terceros.

- Un mayor control por parte de las autoridades de consumo de los equipos que se venden sin certificación u homologación.

- La obligatoriedad del equipo de protección homologado o certificado, según proceda, para profesionales que tengan la moto como herramienta de trabajo, de la misma forma que son obligatorios todos los EPI de cualquier profesión de riesgo.