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Toyota i-Road, eléctrico biplaza de tres ruedas
  6 de Marzo de 2013
  Toyota i-Road, eléctrico biplaza de tres ruedas

Toyota estrena en el Salón de Ginebra una nueva forma de transporte dirigido para mejorar el tráfico en las grandes ciudades. Bautizado con el nombre de Toyota i-Road, destaca, aparte de su originalidad, por el sistema de inclinación activa que permite una conducción segura. Es un vehículo de tres ruedas, eléctrico y con capacidad para dos ocupantes que van sentados uno delante del otro.

La marca japonesa ha encontrado un vehículo más cómodo y seguro que un scooter pero con un bajo coste de mantenimiento y sobre todo con unas dimensiones compactas similares a las de la moto para facilitar el aparcamiento y la maniobrabilidad urbana. El i-Road mide 2,350 metros de largo, 1,445 metro de alto, 1,70 metros de distancia entre ejes, y con una anchura de solo 850 milímetros. Así, dispone de las misma virtudes de un vehículo de dos ruedas, como óptima capacidad de maniobrar entre el tráfico más congestionado y cabe en cualquier sitio.

El sistema eléctrico del Toyota i-Road cuenta con una batería de ion de litio que impulsa dos motores eléctricos de 2 kW (2,7 cv) montados en las dos ruedas delanteras. Proporciona una aceleración enérgica, ofrece una autonomía aproximada de 50 kilómetros y se puede recargar mediante una toma de corriente doméstica convencional en tres horas.

El denominado sistema de inclinación activa es uno de los aspectos más llamativos de este vehículo. Incorpora un motor y un engranaje montados sobre la suspensión delantera y conectados mediante una horquilla. Una centralita electrónica calcula el movimiento necesario en función del ángulo de la dirección, el sensor de giroscopio y la velocidad del vehículo. El sistema mueve automáticamente la carrocería a la derecha o a la izquierda, con un determinado ángulo de inclinación para contrarrestar la fuerza centrífuga del viraje.

El sistema no precisa ninguna habilidad de conducción específica y permite una experiencia similar a la de una moto y sin necesidad de que el conductor estabilice el vehículo en las maniobras a baja velocidad o en parada porque la carrocería del i-Road puede ser cerrada, hermética y más segura.

Eso significa que el nuevo Toyota se conduce sin casco y dispone de un entorno similar al de un coche, con la posibilidad de elementos como la iluminación, calefacción, equipo de sonido y conectividad Bluetooth con teléfonos móviles.

Eléctrico, con dimensiones compactas que permiten un fácil aparcamiento, conducción sencilla y disponibilidad en formato abierto o de cabina cerrada son características que hacen del Toyota i-Road una solución ideal para el tráfico en ciudad. 

Texto: Diario Vasco