El origen de la denuncia está en el oficio que el Jefe de Tráfico de A Coruña remitió a los mandos de la Guardia Civil interesando la adopción de medidas contra un Guardia Civil de Tráfico que había interpuesto 52 denuncias contra la Administración de carreteras y concesionarias de obras y conservación, debido al mal estado de las carreteras y al incumplimiento de la normativa vigente, hasta el punto de que, según el agente, se ponía en riesgo la seguridad de los usuarios de las carreteras denunciadas.

Finalmente y como motivo de dicho oficio, se abrió procedimiento disciplinario contra el agente de la Guardia Civil.

Según el Sr. Pastor, aunque el cumplimiento de la ley es exigible a la Administración, si no lo hace, no se le puede sancionar ni a ésta ni a sus representantes, y por tanto no se les puede denunciar.

Por otra parte, el denunciado reconoció que no informó a las Administraciones titulares de las Carreteras de los defectos detectados por el agente de la Guardia Civil de Tráfico, y ello debido, según él, a que el agente no había cursado esta información por la vía adecuada, que según el Jefe de Tráfico, era la de informe y no la de denuncia.

Esto quiere decir que los riesgos para los ciudadanos detectados en la carretera pueden estar produciéndose aun por una cuestión meramente formal.

Parece ser que las formalidades burocráticas son más importantes para el Jefe de Tráfico denunciado que la seguridad de los ciudadanos.

Actualmente D. Pedro J. Pastor ha dejado de ejercer sus funciones como Jefe de Tráfico en A Coruña, para pasar a hacerlo en Segovia.

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