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La Guardia Civil de Melilla intercepta tres motos robadas
  12 de Agosto de 2013
  La Guardia Civil de Melilla intercepta tres motos robadas

Los agentes del Grupo de Registro de la Sección Fiscal del Muelle de la Comandancia de Melilla, en su función de Resguardo Fiscal del Estado, recuperaron el pasado martes tres motos procedentes de robos cometidos en Francia.

El hallazgo se produjo durante el registro de una furgoneta marca Renault, modelo Master, de color blanca, con matrícula nacional, que desembarcaba del buque Volcán de Tinamara, de la compañía Armas que venía de Motril.

Al inicio del reconocimiento del vehículo, en el que sólo viajaba una persona, los guardias civiles no observaron nada anormal en su interior, que contenía entre otros enseres dos grandes frigoríficos-congeladores, dos sillones de grandes dimensiones que obstaculizaban la visión del resto del furgón y numerosas bolsas con ropa y efectos personales, alegando su ocupante, que tan sólo portaba efectos personales “para su casa” y mostrando reticencias y múltiples reparos para la inspección, intentando con su actitud hacer desistir de su deber a los agentes del Instituto Armado.

No obstante, la Guardia Civil continuó con el registro hasta que empezaron a aparecer “chasis, motores y piezas”, ocultas y perfectamente envueltas entre prendas de vestir y bolsas de plástico, así como en el interior de los electrodomésticos.

Una vez efectuado su ensamblaje los agentes comprobaron que completan un total de tres motocicletas de la marca Yamaha, modelos 125, MBK y 125, todas ellas en perfecto estado de conservación.

Realizadas las gestiones en las bases de datos europeas para comprobar su procedencia, La Guardia Civil constató que todas ellas habían sido denunciadas por sustracción en Francia, dándose la circunstancia de que la sustracción más reciente había ocurrido el día 14 del pasado mes de julio. Con estos datos en la mano, la Guardia Civil procedió a localizar a sus legítimos propietarios para devolverles sus motos.

El conductor del vehículo, de nacionalidad española, y que tiene su residencia en Barcelona, responde a las iniciales A.C.S., tiene 37 años de edad y ha sido puesto a disposición judicial como presunto autor de delitos de robo de vehículos a motor.

Los agentes de la Guardia Civil presuponen que desembarcó en Melilla con las motos con la intención de pasarlas a Marruecos, donde una vez ensambladas procederían a su venta ilegal.

La valoración oficial de los vehículos sustraídos supera los 12.000 euros, dado el buen estado de conservación que presentan las motocicletas: Todas tienen un escaso tiempo de matriculación.

Una decena de coches recuperados

No es la primera vez que la Guardia Civil de Melilla recupera vehículos robados en Francia. Ya ocurrió en febrero pasado cuando los agentes de la Benemérita destinados en el Puerto sospecharon de un turismo, con matrícula francesa, que ocupado por dos personas llegaba a la ciudad con múltiples enseres personales. Al igual que en el caso registrado la semana pasada, la acumulación de objetos personales en el vehículo impedía a los agentes ver el interior del vehículo, por ello los guardias realizaron una inspección más detenida de su interior, cuando hallaron una gran cantidad de piezas sueltas de una motocicleta desguazada.

Inspeccionado el chasis y tras las oportunas gestiones policiales en el ámbito comunitario, los agentes de la Benemérita determinaron sin duda alguna que esas piezas pertenecían a una Yamaha de 500 cc, robada en Francia algunos meses atrás. El conductor del vehículo, que atiende a las iniciales E.B.S. de nacionalidad marroquí y residencia legal en Francia, fue detenido como supuesto autor de un delito de robo de vehículos a motor.

De enero a julio de este año, la Guardia Civil de Melilla ha logrado frenar en el puerto de la ciudad, la entrada ilegal en Marruecos de seis vehículos sustraídos en Europa. Entre los últimos, una furgoneta valorada en 25.000 euros, que desembarcó procedente de Motril y un coche de alta gama, que fue alquilado por un día en una agencia Rent a car de Almería. Sus ocupantes, dos jóvenes veinteañeros, pretendían pasar con el vehículo de alta gama a Marruecos para venderlo.