El problema está en que mientras los ciudadanos estamos cada vez más vigilados y controlados, cada vez se nos sanciona más y por más cosas, nadie controla a la Administración, y cuando algún agente de la autoridad lo intenta hacer, lo sancionan, lo persiguen y si insiste en cumplir y hacer cumplir la Ley, se las apañan para echarlo de la función pública.
Desde la Asociación Mutua Motera venimos denunciando las irregularidades e infracciones cometidas por la Administración desde hace más de 8 años.
En junio de este año 2013 hemos puesto en marcha un nuevo programa de inspecciones de carreteras, “Espada de Damocles”, que en apenas dos meses ha detectado 126 infracciones que han dado lugar a la apertura de los correspondientes 126 expedientes a diferentes Administraciones Públicas por su falta de responsabilidad en el mantenimiento de sus carreteras y vías públicas.
Entre las infracciones a la Ley más importantes se localizan principalmente las siguientes:
- Falta de señalización vertical previa a peligros existentes.
- Falta de uniformidad y regularidad en el firme, con presencia de deformaciones importantes.
- Falta de regulación de la preferencia de paso en situaciones de clara confusión y alto riesgo.
- Presencia de áridos, fluidos deslizantes y obstáculos en la calzada y/o la parte transitable del arcén.
- Barreras metálicas de seguridad debilitadas funcionalmente por carencia de piezas fundamentales para garantizar la seguridad.
- Instalación en la vía de elementos de alta distracción de los conductores, como carteles autopublicitarios de obras y actividades de la Administración Pública.
RECOMENDACIONES
Desde El Instituto de Seguridad Vial del Motociclista y la organización ciudadana Asociación Mutua Motera, en base al análisis de riesgos que se está practicando, se recomienda a los conductores tener en cuenta tres premisas fundamentales a la hora de circular por nuestras vías públicas:
Primera:
La Administración desobedece la norma y la ley con frecuencia, facilidad e impunidad en lo relativo al mantenimiento y conservación de las carreteras y vías públicas.
Segunda:
- Debemos manejar nuestros vehículos siendo conscientes de que la carretera es un elemento vivo, cambiante y que no atiende a la lógica previsión de situaciones que garanticen la seguridad vial.
- Dos pasos previos para decidir son “ver” y “analizar”.
- El binomio “velocidad adecuada” y “atención a la conducción” debe entenderse como la principal herramienta para compensar el riesgo.
- Debemos conducir a la espera de lo inesperado.
Tercera:
El siniestro de tránsito y sus consecuencias se produce por la concurrencia de varias causas. Una sola causa no es la única actora en el siniestro. Si conseguimos evitar las que dependan de nosotros, reduciremos las probabilidades de tener un accidente grave.
Asociación Mutua Motera
