la crisis económica sigue lastrando el consumo de familias y empresas, lo que inclina la balanza a favor de las motos híbridas por su bajo coste por km, que las convierte en el vehículo urbano más económico.

Además, cada vez son más los conductores que se decantan por las motos híbridas, pues en estos modelos la autonomía no es un obstáculo, al contrario de lo que pasa con las eléctricas.

El equilibrio entre bajo consumo y buena autonomía explica que las híbridas mantengan el tipo a pesar de la importante caída en las matriculaciones totales de motos, que se dejaron un 13,8 por ciento hasta agosto, retroceso que multiplica por 4 el registrado por los turismos y 4x4 en el mismo periodo.

Ventajas claras

Aparte de las motos híbridas, que aumentaron sus ventas hasta agosto, las eléctricas, pese a registrar una ligera caída del 4,8 por ciento, siguen comportándose mejor que las convencionales, lo que se explica por diversos factores.

Entre ellos, el precio: ya se pueden encontrar eléctricas e híbridas a partir de 2.500 euros, precio similar al resto. A esto hay que sumar que el gasto en combustible de una eléctrica es 3 veces inferior al de una que se mueve a gasolina, lo que unido al escaso recorrido diario medio de un motociclista (no más de 27 km) hace que ese consumo sea aún más bajo.

Por otra parte, como la moto se asocia más a un entorno urbano, el grueso de las matriculaciones en los 3 segmentos del mercado se concentran en las áreas de las grandes ciudades como Madrid y Barcelona, que representan el 40 por ciento del total.

Ese porcentaje, sin embargo, se dispara en el caso de las motos eléctricas, ya que el 81 por ciento de las ventas proceden de Cataluña y Madrid, mientras que en las híbridas se sitúa en el 61 por ciento. En este fenómeno tiene mucho que ver la suficiente autonomía de las motos alternativas para entornos urbanos y sus facilidades de recarga, al poder reponerse desde un enchufe convencional de la propia vivienda.