En la EBR 1190 RX se deja traslucir una mezcla de estilos, lo que podría denominar una mundialización de la estética, que difícilmente permite al aficionado adjudicarla a una determinada región o país. Así una parte frontal futurista y elegante muy al estilo japonés, se completa con una zaga que parece completamente salida del tablero de dibujo de un diseñador italiano. 

Su aspecto europeizado, a pesar de ser americana, la lleva a competir con rivales como la Aprilia RSV4, BMW S1000RR, Ducati 1199 Panigale o KTM RC8R. Aunque en su vertiente oriental tampoco desentona  compitiendo frente a una Honda CBR1000RR, Kawasaki ZX-10R, o Yamaha YZF-R1.

Reamente estamos hablando de una deportiva de recortadas dimensiones con un motor de inyección electrónica V-Twin a 72º y 1190 cc, culata sistema DOCH 8V, que desarrolla 185 CV @ 10.600 rpm con un imponente par motor de 137 Nm @ 8.200 rpm.

Un motor inmensamente entretenido en un conjunto de 190 kg que trasmite todo ese poderío al asfalto calzando unos neumáticos Pirelli Diablo Rosso Corsa en medidas 120/70ZR-17 y 190/55ZR-17.

Mención aparte merece el sistema de frenos delantero, que en la práctica es menos diferente de lo que trasmite su diseño. Se trata de unos frenos de superbike, asistidos por ABS que no interviene más que cuando es estrictamente necesario.

Los ajustes y acabados son propios de una motocicleta de gama alta, salvo por algunos detalles a mejorar, detrás del completo tablero de instrumentos TFT parece que los de EBR se han dejado algo sin terminar, y los botones para manejarlo están en una posición que los hace francamente difícil de manejar en movimiento. Además el cambio no es todo lo rápido que cabe espera de una motocicleta derivada de la competición.

Se espera que Erik Buell Racing desembarque en Europa a lo largo de este año 2014. De momento solo se vende en EE UU, Australia y en Holanda. En estos mercados está disponible en colores amarillo (Strik Yellow), rojo (Racing Red) y negro (Galactic Black) a un precio que parte de los 18.995 dólares.