Asociación Mutua Motera

      
 
 
Alemania cobrará peaje a los conductores extranjeros
  10 de Julio de 2014
  Alemania cobrará peaje a los conductores extranjeros

2016, esa es la fecha a partir de la cual el cielo de la automoción, la magnífica red de autopistas alemanas sin límites de velocidad y gratuitas, dejarán de serlo. Según informa medios de la BBC, los vehículos no matriculados en Alemania deberán llevar un distintivo para no ser multados que costará de 10 euros (10 días) a 100 euros por un año.

Sorprendentemente los propietarios de vehículos con matrícula alemana también tendrán que acostumbrarse a pagar por circular por las Autobahn. Aunque en su caso el importe abonado le será descontado en el impuesto de matriculación correspondiente.

El nuevo impuesto a los extranjeros, viene de una reivindicación de la zona sur de Baviera, donde los residentes tienen que pagar peaje por utilizar las carreteras de los países limítrofes de Austria y Suiza. Esta respuesta a modo de represalia contra los “extranjeros” proviene del partido de Angela Merkel, Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU).

Gracias a su posición geográfica y afortunada orografía con amplias planicies, Alemania es un nodo de las carreteras de Europa que tienen que utilizar numerosos transportistas y ciudadanos para desplazarse a países como Francia, Luxemburgo, Holanda, Bélgica, Dinamarca, Polonia, Suiza, Austria y República Checa, entre otros.

El instaurar un "impuesto de circulación" a los extranjeros podría crear una cadena de represalias en los países vecinos que finalmente lleven a la creación de un impuesto por circular por las carreteras de Europa. Una medida que frenaría los logros alcanzado con la creación de la UE.

Los críticos con la medida (residentes muchos en esos países limítrofes que ya cobran a los alemanes por usar sus carreteras) llevan meses manifestándose en contra aduciendo que viola las leyes de la Unión Europea a favor de la libre circulación entre los países miembros y en contra de la discriminación.

 Fuente: elEconomista