Según se recoge en el Barómetro Europeo de Conducción Responsable de 2015, elaborado por el Instituto Ipsos y la Fundación Vinci sobre una muestra de 10.000 personas de 10 países de la UE, los españoles nos situamos en el quinto puesto de la Unión Europea en cuanto a insultos al Volante (62%) y en el séptimo puesto (2%) de los países más responsables en la conducción.

Pero los excesos entre los conductores de nuestro país van más allá de bocinazos e insultos, el 31% de los españoles reconoce en la encuesta que infringe deliberadamente la distancia de seguridad y se acerca al vehículo de delante porque le irrita el otro conductor. Un cóctel explosivo en el que se entremezclan las prisas, el estrés y los atascos, entre otros factores.

En este frenesí al volante suelen participar más los hombres que las mujeres, a pesar de que en general un amplio porcentaje de conductores reconoce practicar ocasionalmente este tipo de conductas incívicas.

A pesar de este tipo de conductas, el conductor español se adjudica una buena calificación en cuanto al nivel de su conducción con un 7,8 sobre 10 puntos. Solo Grecia (8), Italia (8) y Suecia (7,9) nos superan en optimismo en cuanto a las propias capacidades y buena conducta en la vía pública.

Una nota claramente contradictoria que delata una importante falta de autocrítica: solo el 25% de los conductores españoles reconoce ser agresivo, mientras que el 53% opina que el resto de conductores sí lo son.

El resto de países de Europa no nos consideran especialmente responsables, el 8% de los encuestados por el Barómetro opina que los españoles son los más irresponsables, lo que nos sitúa en el cuarto puesto, por detrás de Italia (31%), Grecia (20%) y Polonia (16%).

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