Ezpeleta se incorporó a Dorna Sports en 1991 como experto en motor. El consejero delegado de Dorna Sports ha contribuido a la expansión y comercialización del Mundial de Motociclismo, tanto a nivel de logística en cada Gran Premio como a nivel de seguridad.

La alcaldesa, María José Garcia-Pelayo, ha destacado en su intervención “la larga trayectoria de Ezpeleta en defensa del Mundial de Motocilismo como espectáculo, su potenciación y también su carácter visionario para generar riqueza en torno al motociclismo. Con esta placa desde Jerez Capital Mundial del Motociclismo queremos reconocer su apuesta siempre por Jerez y su Circuito, sus buenos consejos para que el Circuito siempre esté a la vanguardia y su aportación en general al motociclismo”.

Y ha continuado, “hoy Jerez es el Circuito que lidera los otros 18 que componen el Mundial. Carmelo ha felicitado a la ciudad porque el Gran Premio es resultado del trabajo de todos. Jerez le dedica con cariño esta estrella a Carmelo Ezpeleta, por su confianza en Jerez para la organización de este gran evento”.

Finalmente Ezpeleta ha  expresado su agradecimiento y satisfacción por estar entre la élite del deporte de las dos ruedas “es un tremendo honor estar aquí. Tomo esta estrella con honor para mi persona y para la gran familia que son los trabajadores de Dorna y del Mundial. Somos más de 4.000 personas que vamos por todo el mundo y ninguno de ellos me permitiría que no viniéramos a Jerez. Cada año Jerez se vuelca con el Gran Premio, cada año está mejor organizado todo, los jerezanos deben estar orgullosos de ello”.

Las once ruedas estrelladas del Paseo de la Fama reconocen el mérito de los pilotos: Ángel Nieto y Giacomo Agostini que fueron los primeros en descubrir su estrella, a los que se han sumado Carlos Checa, Jorge Martínez “Aspar”, la Federación Internacional de Motociclismo y, durante el desarrollo del Gran Premio de España, Jorge Lorenzo, Valentino Rossi y Carmelo Ezpeleta. Igualmente, cabe mencionar las estrellas de homenaje a Francisco Pacheco y a Peluqui, como impulsor de las primeras competiciones en la ciudad y como piloto legendario local, respectivamente, y que fueron recogidas por sus familiares.

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