Las luces patentadas por Ford van asociadas a un sistema de iluminación por infrarrojos que detecta obstáculos y posteriormente avisa del riesgo de los mismos.

Mejora la visibilidad

Aunque el sistema aún no es comercializable, se integrará en un futuro dentro de los Sistemas de Iluminación Adaptativa y el Reconocimiento de Señales de Tráfico de Ford. De este modo, los conductores podrán contar con una visibilidad mejorada en las rotondas, stops y los ceda el paso. Podrán apreciar mejor la cercanía de ciclistas en entornos de baja visibilidad, y la presencia de peatones cruzando la calzada.

Esto lo consigue gracias a una cámara de infrarrojos en la parrilla frontal que, apoyándose en dos faros LED especiales situados junto a las luces antiniebla, es capaz de localizar a ocho personas de manera simultánea  (o a animales de cierto tamaño) en un radio de 120 metros. Una vez detectados, el sistema puede iluminar simultáneamente dos elementos que supongan un peligro para el conductor, que aparecerán en la pantalla del interior del vehículo enmarcados en rojo o amarillo dependiendo de la proximidad a la que se encuentran y del nivel de peligro que representan.

El sistema es capaz de conectarse e integrar la información facilitada por el GPS, lo que permite anticipar la iluminación en las curvas y en los cambios de rasante. En caso de no disponer de la información del GPS, el vehículo tendrá una cámara de vídeo frontal en la base del espejo retrovisor para detectar las marcas de la calzada.

Continúa su evolución

El sistema continúa su proceso de desarrollo. El siguiente objetivo es que las cámaras archiven la información del navegador, de tal manera que cuando el conductor vuelva a pasar por ese punto, los faros reconozcan el camino y se adapten automáticamente.