En este primer video exponemos cuatro consejos básicos que nos permitirán evitar el accidente ante situaciones de riesgo. A continuación os exponemos un resumen del mismo:

1. Cuidado con los ángulos muertos

Todos los vehículos tienen zonas que, a pesar de los espejos retrovisores y por muy grande que sea el parabrisas o las ventanas, quedan ocultas a nuestra vista, son los denominados “ángulos muertos”.

Debemos hacernos ver: Los motoristas debemos ser conscientes de que en determinadas situaciones no nos ven, de ahí que debamos procurar posicionarnos siempre donde estemos seguros de que nos pueden ver.

Los automovilistas por su parte, también deben conducir teniendo presente que existen estas zonas “ciegas” a su visión y que siempre deben asegurarse que no hay nadie oculto tras el ángulo muerto antes de realizar una maniobra.

2. Frena correctamente

Saber frenar adecuadamente con la moto puede marcar la diferencia entre tener un accidente o evitarlo.

Si tenemos que detener nuestra moto, debemos hacerlo combinando adecuadamente la acción sobre el freno trasero y el delantero. Debemos comenzar frenando con el trasero (hacemos que la moto se estabilice y prepare el reparto de masas) para inmediatamente después, accionar el freno delantero (sin dejar de accionar el trasero), que es el que podrá frenar y detener de forma rápida y segura la motocicleta.

3. Siempre con ABS

Todavía encontramos gente que piensa que el ABS es para “quien no sabe frenar” y que “te lo puedes ahorrar”, cuando la realidad es que lo que de verdad te ahorrará el ABS es más de un susto e incluso, alguna caída que otra.

La peor situación ante la que nos podemos encontrar es que en una frenada de emergencia se produzca una pérdida de adherencia de nuestros neumáticos, especialmente si afecta al delantero, pues esto suele ser sinónimo de caída segura.

El ABS es un sistema anti bloqueo, es decir, evita el bloqueo de la rueda en caso de frenadas fuertes o en condiciones de bajo coeficiente de rozamiento (pavimento mojado, con tierra o grava…) y por tanto evita que el neumático llegue a perder adherencia, garantizando así que mantendremos el control de nuestra moto en este tipo de situaciones.

Si vas a comprar moto, no lo dudes, SIEMPRE con ABS.

4. El neumático siempre con dibujo, presiones correctas y en buen estado

Lo único que nos mantiene en contacto con la carretera es una pequeña porción de nuestro neumático, de ahí la importancia de que se encuentre en perfectas condiciones de uso.

En el caso de las motos y a diferencia de otros vehículos como los turismos, no es obligatorio mantener una profundidad mínima de dibujo, la ley tan solo exige que nuestro neumático tenga dibujo, pero no una profundidad mínima. Sin embargo, los primeros interesados en que el neumático funcione bien somos nosotros, por eso os recomendamos que observéis tres elementos fundamentales:

1. Mantener siempre las presiones recomendadas por el fabricante. Para ello es recomendable revisarlas con frecuencia (cada 15 ó 20 días).
2. Mantener el dibujo mínimo recomendado por el fabricante, para ello debemos observar que esté por encima de los testigos de desgaste. Si hemos llegado a éstos o estamos muy cerca, es hora de cambiarlo por uno nuevo.
3. Que el neumático conserva sus cualidades elásticas. Hay muchos neumáticos que, en función del uso que les damos, pueden durarnos muchos años manteniendo la profundidad del dibujo.

Aunque no existe una duración máxima establecida ni legal ni técnicamente, es cierto que algunos fabricantes recomiendan cambiar el neumático transcurridos 10 años aunque conserve el dibujo.

En cualquier caso, recomendamos siempre vigilar el posible efecto “cristalizado”. No debemos olvidar que al tratarse de un compuesto de caucho, este se puede deteriorar con el tiempo y sobre todo por el tipo de uso al que se le someta (calor, frio, humedad, exposición directa y continuada al sol,…), llegando a endurecerse, lo que comúnmente denominamos “cristalizarse”.

Esto hace que la capacidad de adherencia del neumático se reduzca drásticamente y aunque aparentemente esté bien y conserve el dibujo, realmente ha perdido sus cualidades elásticas y por tanto su capacidad de mantenernos adecuadamente “pegados” a la carretera, corriendo serio riesgo de pérdida de adherencia y en consecuencia, de accidente.

Si tienes duda sobre si hay o no cristalización, utiliza la “prueba de la uña”, no es muy científica pero es sencilla y te da una idea del estado de tu goma. Si puedes clavar o hundir la uña en la banda de rodadura del neumático, es que en principio está bien, si está tan duro que no puedes hacerlo, es que puede estar cristalizado y es hora de cambiarlo. En cualquier caso y ante la duda, consulta a un profesional de confianza.

Asociación Mutua Motera