La tecnología, que ya ha sido implantada en el mundo del automóvil con relativo éxito, es la primera vez que se integra en un vehículo de dos ruedas. Funciona mediante cuatro pequeños sensores de ultrasonidos, dos en el asiento delantero y dos en la parte trasera del ajuste de la matrícula, con el fin de vigilar los vehículos presentes a ambos lados de la moto.

Un triángulo de advertencia luminoso situado en la base de ambos espejos retrovisores, se ilumina cuando se cumplen una de las siguientes condiciones:

• Si el scooter se desplaza a 25 - 80 km / h, y el otro vehículo se encuentra dentro de un radio de 5 m, y hay un diferencial de velocidad máxima entre ambos de 10 km / h.
• Y si el conductor del scooter activa su señal de giro en la dirección del otro vehículo, el triángulo de advertencia parpadea para llamar aún más la atención sobre el riesgo.

BMW Motorrad ha planteado el nuevo sistema como un dispositivo que incrementa la seguridad entre el tráfico congestionado de las ciudades. Sin embargo, el SVA no estará presente en la C650 Sport ni en el resto de motocicletas porque no funciona correctamente a las altas velocidades de las autopistas. Se trata de una ayuda más, “no de un sustituto de mirar al espejo retrovisor o por encima del hombro, y en ningún caso libera al conductor de responsabilidad y obligaciones”.