Asociación Mutua Motera

      
 
 
Las marcas asumirán la responsabilidad de sus vehículos autónomos
  14 de Octubre de 2015
  Las marcas asumirán la responsabilidad de sus vehículos autónomos

El coche autónomo es una realidad cada día más cercana, pero su llegada al mercado supondrá numerosos desafíos que afectarán tanto al ámbito de la legalidad como al de la propia ética: ante el caso de un accidente inevitable, ¿quién será el responsable?, preguntábamos en el artículo sobre el Dilema del Tranvía. Ahora tenemos la respuesta, Volvo, Mercedes y Google asumirán la responsabilidad de sus “robots de cuatro ruedas”.

Volvo, Mercedes y Google están desarrollando a toda velocidad la próxima generación de vehículos que tomaran nuestras carreteras en apenas unos años. Sin embargo, la movilidad autónoma trae numerosos interrogantes y una imperiosa necesidad de nuevas regulaciones legales y gubernamentales.

De momento los fabricantes quieren despejar el camino mostrando una confianza total en sus productos, hasta el punto que han declarado ante el programa “60 Minutes” de la cadena estadounidense ABC, que en la actualidad existe una total ausencia de marco regulatorio para el vehículo autónomo. Un marco legal que de existir ya habría permitido la venta de los primeros vehículos autónomos, pero que ante su ausencia impide la libre circulación de este tipo de vehículos.

Para tratar de solventar la pasividad y bloqueo que están padeciendo, Mercedes y Google han decidido dar un paso al frente y apostar por sus vehículos asumiendo la total responsabilidad de cualquier accidente en el que esté implicada la máquina. Por su parte Volvo, también se ha decantado por seguir esa misma línea, según confirma Håkan Samuelsson –presidente de la empresa- en un simposio sobre el vehículo autónomo celebrado en Washington DC.

Tras el caso Volkswagen muchos podríamos pensar que las empresas están arriesgando mucho apostando por la total seguridad de sus “máquinas” en un entorno tan cambiante como el tráfico. Pero su propuesta está medida y mesurada tras el impresionante historia de seguridad del coche autónomo de Google (de 12 accidentes computados, 12 veces el culpable fue un humano).

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