La intención de Carmena es la de extender progresivamente la limitación al resto de vías en torno a la alameda central. El vehículo privado también verá restringido su uso en el centro de Madrid debido a la entrada en vigor del Área de Prioridad Residencia (APR), en la que solo podrán circular sus vecinos.

El resto de vehículos solo podrán circular por las grandes avenidas, que habitualmente ya soportan el 85% del tráfico en la ciudad y que se pueden considerar como “carreteras urbanas”.

La limitación a 30 km/h pretende conseguir una mejor convivencia de las bicicletas y los peatones con el resto de vehículos a motor. El gobierno de Ana Botella diseñó en 2014 una red de 70 kilómetros de ciclo-carriles, marcando sobre la calzada la limitación a 30, sin crear carriles específicos para las bicicletas.

Pero Carmena quiere carriles bici diferenciados para que la población los perciba como más seguros. La primera red de carriles bici se extenderá por las calles Santa Engracia, Bravo Murillo, Pintor Rosales, Ferraz, Paseo de Moret, Aniceto Marinas, Puerta de Toledo, Antonio Leyva, Avenida de Oporto, Eugenia de Montijo, Avenida de los Toreros, Gran Vía de Hortaleza y Paseo de la Dirección.

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