Así lo determina un análisis de la FIA Region I y sus clubes miembros, que denuncia que el 38% de lo recaudado en impuestos a los conductores de la Unión Europea (UE) no se revierte en las infraestructuras viarias.

El análisis realizado en 2013, muestra que se recaudaron 286.300 millones de euros en impuestos y tasas de circulación en la Unión Europea (ex Chipre), pero se invirtieron 178.400 millones de euros en la red viaria. Un claro déficit que indica que el dinero recaudado es redirigido a otros fines alejados de la inversión en carreteras y seguridad vial.

Los gobiernos reciben un superávit de los impuestos recaudados cuyo destino final no explican suficientemente. Los países miembros de la UE “deben comprometerse a proporcionar una red vial segura que satisfaga suficientemente las necesidades de todos los usuarios”.

Realizar un mejor uso de los ingresos actuales permitiría satisfacer todas las necesidades de mantenimiento e inversión programadas, sin tener que incrementar la presión fiscal o recurrir a la recaudación mediante más peajes.

TODOS LOS IMPUESTOS DE LOS USUARIOS DE LA VÍA

Según el estudio, en 2013 se abonaron 8.900 M€ en concepto de impuesto de matriculación, más otros 2.000 M€ en IVA. A ello se añade el impuesto anual de circulación que ascendió a 31.400 M€, y los peajes y viñetas que suman 13.500 M€ más. Finalmente están los impuestos especiales a los combustibles cuya recepción supuso una inyección a los gobiernos europeos de 124.700 M€, más otros 25.300 M€ del IVA.

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