La medida actualmente en estudio podría entrar en vigor a partir del mes de marzo de 2017, siguiendo las instrucciones del Representante de Comercio de los Estados Unidos (USTR), que ha abierto un procedimiento bajo el epígrafe de la Sección 301 de la Ley de Comercio de los EE UU de 1974.

Esta imposición de aranceles no es más que una represalia por la imposibilidad de exportar carne de vacuno tratada con hormonas a la Unión Europea. Pero su activación supondría un perjuicio inmediato para empresas y usuarios a ambos lados del Atlántico.

Desde ACEM, y desde el sector de la motocicleta europeo en general, piden a la USTR que evalúe adecuadamente la medida y evite crear barreras comerciales artificiales de consecuencias impredecibles.

En este sentido, el Secretario General de la ACEM, Antonio Perlot, ha comentado:

"No hay ninguna justificación para esta medida, y el sector de la motocicleta no debe ser arrastrado a los conflictos comerciales sobre los productos alimenticios. ACEM, como representante de los fabricantes de motocicletas en Europa, sigue de cerca esta cuestión y ha presentado sus observaciones ante el USTR para obtener una exclusión inmediata de las motocicletas europeas de la lista de productos sujetos a medidas arancelarias.

Debemos buscar nuevas oportunidades para promover el comercio transatlántico y aumentar la prosperidad a ambos lados del Atlántico, en lugar de crear nuevas barreras artificiales que perjudiquen a las empresas europeas, reduzcan las opciones de los consumidores estadounidenses y dañen el empleo en Estados Unidos.

Medidas unilaterales como ésta no favorecerán una resolución favorable de la disputa sobre la carne de vacuno. ACEM pide al USTR que evalúe adecuadamente la medida potencial y cuenta con el apoyo de la Comisión Europea para garantizar que las empresas europeas puedan competir en el mercado estadounidense en condiciones justas y no se vean obstaculizadas por barreras comerciales artificiales y contraproducentes".

Fuente: ACEM