Asociación Mutua Motera

      
 
 
Retrovisor para motos que acaba con el ángulo muerto
  13 de Febrero de 2017
  Retrovisor para motos que acaba con el ángulo muerto

Un inventor español, Miguel José Catalá Albors, podría revolucionar el mundo de los espejos retrovisores para motos, con un invento sencillo que elimina el ángulo muerto. Tras la patente, Catalá ha logrado vender 5.000 unidades y se encuentra en negociaciones con diversos fabricantes.

Catalá se ha inspirado fuertemente en el diseño de los espejos de los autobuses y camiones en los que varios espejos superpuestos logran ofrecer toda la información de lo que ocurre en la parte posterior de nuestro vehículo.

Para asegurarse de no pisar otras patentes, Catalá consultó primero la legislación pertinente e incluso llamó a la asociación de patentes. El organismo público se interesó rápidamente por la idea indicando que era “una de las mejores patentes porque era sencilla y salva vidas”.

Solo en 2015 se vieron involucradas en accidentes 6.943 motocicletas, el 7,8 por ciento de los accidentados, según estadísticas de Tráfico. Por ello Catalá explica la importancia de los espejos retrovisores, algo a lo que los fabricantes prestan poca atención. Al final suelen equipar a las motocicletas con el espejo más barato posible con tal que éste pase la homologación.

Su espejo es algo más complejo, pues parte de dos espejos de diferente curvatura situado uno encima del otro. El primero ofrece la imagen habitual de la parte posterior del vehículo, pero el segundo tiene una curvatura especial para ofrecer un ángulo de visión periférica más amplio, evitando el temido “ángulo muerto”.

A pesar de que hay ideas similares que recurren a los ultrasonidos para indicar la presencia de un vehículo en ángulo muerto. Como la comercializada por Bosch, que podemos ver en acción en los sistemas Side View Assit (SVC) que equipan los scooter C 650 GT y Sport de BMW Motorrad. U Honda con una idea similar patentada hace unos meses. Este tipo de espejos será considerablemente más baratos y lograrían el mismo objetivo.

Catalá está ahora en fase de contactos con varias compañías, y la única cláusula que impone, es que los espejos fabricados bajo su patente se hagan en dos versiones, una de las cuales debe ser lo más económica posible para que llegue a todo tipo de usuarios y salve vidas.

Fuente