Asociación Mutua Motera

      
 
 
Suzuki GSX-R1000R 2017
  5 de Abril de 2017
  Suzuki GSX-R1000R 2017

Suzuki quiere volver a liderar los circuitos y el mercado de motos deportivas con la esperada renovación de la GSX-R1000R. Hemos tenido que esperar mucho tiempo, pero la renovación parece que ha sido la acertada.

Desde su lanzamiento original en 1985 la GSX-R ha sido una de las reinas indiscutibles del mercado. Su secreto la equilibrada relación entre prestaciones y precio. En 1986 se lanzó la superdeportiva GSX-R1100, la bisabuela de la última GSX-R1000R 2017.

A pesar de una apuesta de diseño conservadora que sigue muy en la línea del modelo anterior, la GSXR-1000R 2017 no es meramente una actualización, es un modelo completamente nuevo. Suzuki confirma que hay más de 600 componentes nuevos respecto a la versión de 2016. Estéticamente se distingue por la iluminación LED y sus pequeños faros. El esquema de color sigue el azul característico de las deportivas del fabricante nipón.

Suzuki necesitaba como agua de mayo una renovación tras la avalancha de novedades y deportivas tecnológicamente muy superiores que había lanzado la competencia. Desde Yamaha con su YZF-R1, la Aprilia RSV4 RF,  pasando por la BMW S1000RR o la Kawasaki ZX-10R, el equipamiento electrónico ha pasado a ser primordial y claro elemento de discriminación a la hora de adquirir una nueva moto deportiva.

La GSX-R ha sido presentada al público en el cricuito de Phillip Island, un trazado icónico de la MotoGP. El modelo ha sido presentado por el propio Shinichi Sahara. Un nombre que es sinónimo de competición y que ha trabajado como director técnico de Suzuki en MotoGP durante 13 años.

Su toque se aprecia en seguida en la ergonomía y la cantidad de movimiento que se pueden realizar con soltura sobre el asiento de la GSX-R. Se ve que han tenido muy en cuenta la movilidad del piloto y el desplazamiento de masas a la hora de diseñar la Suzuki.

Todo en la GSX-R1000R de 2017 aparenta mucha más calidad que en versiones anteriores, desde la inserción del carenado (más aerodinámico que antes) hasta el cuadro de instrumentos, más bonito y ordenado. El embrague SCAS (Sistema de Asistencai de Embrague de Suzuki) es increíblemente ligero y preciso.

Técnicamente el nuevo motor alcanza los 202 CV de potencia a 13.200 rpm, lo que son 17 CV más que en su versión anterior. Pero lo más notable es su notable entrega de par desde bajas revoluciones debido a la adopción del  Variable Valve Timing (Suzuki Racing VVT). Un sistema de distribución variable de válvulas, que juega en equipo con el escape (SET-A), el doble sistema de inyección (S-TFI), con inyectores secundarios que solo entran en escena a altas revoluciones, y el nuevo sistema de admisión.

El motor es también más compacto, con una caja de cambios de casete con relaciones totalmente nuevas, cambio rápido de ascenso-descenso y una notable reducción de peso. Esto permite elevar la línea de corte de encendido hasta las 14.500 rpm, 1.000 rpm más que en el modelo de 2016.

En cuanto al equipamiento electrónico destacan los 10 niveles del control de tracción configurables a plena marcha, los 3 modos de motor (S-DMS) y el control de salida desde cero.

Junto al motor el chasis ha recibido una nueva visión, su diseño totalmente en aluminio es totalmente nuevo y lo hace aún más predecible en la conducción, sintiendo todo bajo nuestro control desde la rueda delantera hasta la trasera.

Al fino control contribuye la horquilla Showa BFF y el monoamortiguador trasero Showa BFRC, con circuitos externos.

Fuente: Suzuki