Estamos ante un conjunto que pesa tan solo 130 kilogramos en orden de marcha, lo que incluye los 7,6 litros de combustible de su depósito de titanio. Todo en la Honda es ligero y compacto para hacer de ella una moto de enduro más que una trail al uso. 

Tenemos luces LED, un motor monocilíndrico que funciona de manera más silenciosa para adaptarlas al tráfico, el mapa de inyección se adapta a una nueva sonda lambda, y ofrece una mejor respuesta en bajo régimen. La caja de 6 relaciones se diferencia de las típicas cajas de 5 marchas de las motos de cross. 

Su manejabilidad y ligereza la convierte en una buena aliada en el uso diario por ciudad, pero es en el campo donde se suelta su felina melena y muestra sus extraordinarias dotes off-road. No en vano su asiento se sitúa a 940 mm del suelo, lo que no es apto para todas las tallas.

Quien quiera hacer un uso intensivo por terrenos en mal estado no tendrá que acercarse mucho por los talleres oficiales de Honda, sus intervalos de revisión importantes son cada 32.000 km.

La potencia nominal es de 25 caballos, pero se puede deslimitar llevándola hasta los 45 CV de manera relativamente sencilla. De este modo dispondremos de una motocicleta para movernos por vías complicadas o en las que la meteorología nos juega malas pasadas, pero también una motocicleta para uso diario, con la que podemos disfrutar los fines de semana de las rutas más desafiantes.

Fuente: Arpem