La nueva Ordenanza que previsiblemente entrará en vigor tras el verano, establece que los vehículos que expulsen emisiones excesivas podrán ser detenidos por la Policía Municipal o por agentes de movilidad. La Ordenanza que sustituye a la de 1985 (actualizada en 1990 y 2002) pretende preservar y mejorar la calidad del aire de la capital.
A los usuarios de dichos vehículos se les advertirá que tienen que cumplir con los controles de la ITV, y se podrá parar a un conductor si se sospecha que los sistemas anticontaminación del vehículo han sido alterados.
En caso de incumplimiento el conductor podrá ser sancionado según la Ley de Capitalidad, e incluso se le inmovilizará el vehículo o se le retirará, en caso de que estén activadas las medidas anticontaminación.
Fuente: ElMundo