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El negocio de las ITV, en pie de guerra
  5 de Junio de 2014
  El negocio de las  ITV, en pie de guerra

La Comisión Europea acaba de recibir la última propuesta del Ejecutivo español para liberalizar el sector de las ITV (Inspección Técnica de Vehículos).  No es la primera vez que un Gobierno intenta liberalizar el negocio de las ITV. De hecho este es el tercer intento desde año 2000, momento en el que el Gobierno de Aznar realizó la primera propuesta.

La asociación de los operadores (Aeca-ITV) se ha mostrado contraria al proceso liberalizador, argumentando que según la última directriz establecida por Bruselas los “centros e inspectores deben ser objetivos, imparciales e independientes”, además ha avisado que su trabajo tiene una vertiente esencial para la seguridad vial y que esa iniciativa “haría imposible garantizar el rigor de las inspecciones y su imparcialidad” al permitir, por ejemplo, que un concesionario (con su correspondiente taller) fuera titular de una ITV. O que una empresa con una gran flota de autocares certificase la idoneidad de éstos. 

Solo en 2013, 18 millones de vehículos acudieron a uno de los 400 centros autorizados. Teniendo en cuenta el alto coste de las inspecciones, la cifra de negocio supera los 700 millones de euros y hecha la ley… hecha la trampa:  los amaños en la adjudicación de nuevos centros surgen en Cataluña y Galicia con los monopolios de Applus, o de Supervisión y Control (respectivamente).

En 2004, el extinto Tribunal de Competencia cuestionaba los fallos del modelo, que ha venido a refrendar la actual Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). “Es un mercado que presenta considerables restricciones”, asegura. Pero son las Comunidades las que deciden la regulación a aplicar, por ejemplo en Castilla-La Mancha y Madrid han abierto el sector pasando del régimen de concesión al de autorización. Es decir, que cualquiera que cumpla con los requisitos técnicos exigidos, puede solicitar y abrir una ITV, incluso cuando esté relativamente cercana a otra.

En este sentido Aeca-ITV teme que la excesiva proximidad entre estaciones de ITV lleve a una guerra de precios que socaven la calidad del servicio.