Yamaha apuesta fuerte en el Salón de Tokio, su intención es que su participación no pase desapercibida, y con el Motobot desde luego que lo consigue. El robot humanoide con el que Yamaha espera poder estudiar el comportamiento a alta velocidad de sus modelos sin necesidad de disponer de un piloto probador, es todo un adelanto.
Está visto que los robots cada vez quitan más puestos de trabajo, pero lo que nadie podía imaginar es que lo hiciera en uno tan realmente complejo, como el de un piloto de pruebas. Teniendo en cuenta lo que les puede costar la reparación del robot en caso de accidente, no sabemos si realmente les sale rentable. Otra cosa es la operación de marketing comercial tras su nuevo androide.
Recordemos que Honda cuenta desde hace 15 años con un representante diplomático en la forma del pequeño robot ASIMO. Aunque en la práctica ambos robots difieren mucho, Motobot está especializado en la conducción de motocicletas de la marca, mientras que ASIMO es un intento de crear un robot lo más parecido a un humano posible.
Pero superando la amplia variedad de tareas de las que presume ASIMO, Motobot es un robot muy complejo que es capaz de circula a alta velocidad manejando todos los mandos de la moto (freno, embrague, cambio de marchas, manillar….), a la par que mantiene el equilibrio de forma artificial. Todos los que hemos conducido una motocicleta sabemos lo difícil que es eso, y a Motobot no le han dado para iniciarse una montura del carné A1, directamente lo han subido sobre la YZF-R1M para retorcerle la oreja.
Desde Yamaha aseguran que su robot humanoide es capaz de pilotar cualquier moto, fusionando las motos y la tecnología robótica de la marca de forma magistral:
“La tarea de controlar los complejos movimientos de una moto a alta velocidad requiere una variedad de sistemas que deben funcionar con un alto grado de precisión. Queremos aplicar la tecnología fundamental y el know-how adquirido a través de este desafío para la creación de sistemas de seguridad y sistemas de apoyo para los pilotos y ponerlos en práctica en nuestros modelos actuales, para también utilizarlos en los modelos futuros.”
Aunque Motobot es producto del gusto japonés por los robots, su desarrollo se ha realizado en gran medida en el centro de innovación mundial por excelencia, la Bahía de San Francisco, y en concreto, una vieja instalación de la Estación Aero-Naval de la Alameda. Una gran superficie retirada del servicio militar que ahora se ha readaptado al multipropósito, desde rodar películas de ficción como Matrix, hasta la prueba de los novedosos vehículos autónomos.
Unos vehículos que al ritmo que avanza la tecnología pronto sustituirán a los humanos en la arriesgada tarea de conducir nuestros vehículos. Por si acaso, seguiremos vigilando de reojo a los robots no sea que cualquier día se levanten y nos pregunten ¿qué hago aquí?