El mundo puede ser un lugar lleno de peligros, especialmente si conducimos una motocicleta por una carretera mojada o con grava. Para ayudarnos a sortear los peligros durante los momentos de aceleración existe el control de tracción.
Un control de tracción como el sistema TCS de Honda, cuyo funcionamiento se puede observar esquemáticamente en la fotografía.
Los motoristas deben estar siempre alerta ante cualquier imprevisto, pero aun así, un sistema capaz de reacción en milésimas de segundo siempre es bienvenido. Los sistemas de control de tracción de algunas motocicletas como los de las Honda VFR1200F, tratan de limitar el deslizamiento de la rueda trasera durante el proceso de aceleración sobre superficies de baja adherencia.
El sistema de control de tracción realiza dicha función mediante la constante supervisión de las velocidades de la rueda delantera y trasera a través de los sensores de velocidad de las ruedas que incorpora el antibloqueo de frenos (ABS).
El sistema también recopila parámetros del motor y la posición del acelerador electrónico. Cuando el TCS detecta una variación de velocidad entre el giro de la rueda delantera y la trasera, entiende que se va a producir una inminente pérdida de tracción, y reduce el par motor mediante la disminución del suministro de combustible al motor.
Este sistema asegura una adaptación perfecta de la aceleración que llega a la rueda trasera en función del nivel real de tracción trasmitible al asfalto en cada momento.