El español Carlos Checa ha logrado culminar este domingo un año inmejorable, proclamándose campeón del mundo de Superbikes. El catalán, a sus casi 39 años, se alzó con la victoria en las dos carreras de Magny Cours (Francia), pese a que le valía con acabar 13º la prueba gala.
La culminación de su larga carrera en el motociclismo ha encontrado el premio cuando ya muchos le jubilaban de la alta competición. Una temporada prácticamente perfecta la que ha logrado el veterano 'Toro', a los mandos de una Ducati que le ha permitido batir a otros viejo conocidos del Mundial de motociclismo, como Max Biaggi o Marco Melandri.
Sin duda es algo histórico para el motociclismo español y una gran recompensa para un piloto que lleva luchando veinte años encima de una moto y que ve como al final de su carrera consigue una de las cosas más especiales en su carrera deportiva.
El español ya sabía que era campeón del mundo tras finalizar la primera carrera. En esta primera carrera Carlos Checa salió como un tiro y tras superar a Eugene Laverty, pudo imprimir un gran ritmo difícil de seguir para sus rivales que vieron como el piloto de Ducati se proclamaba campeón por todo lo alto ganando la primera carrera. Marco Melandri, que ha visto con anhelo la superioridad de Checa durante toda la temporada, pudo acabar esta carrera en segunda posición tras una gran remontada. El podio lo cerró el piloto del BMW Motorrad, Leon Haslam, que sigue con su evolución en las Superbikes y se muestra como un candidato claro para la temporada que viene.
Se presentaba la segunda manga, y lo hacía con Carlos Checa como campeón de las Superbikes. No obstante, el español no bajó su nivel de pilotaje y volvió a ganar, consiguiendo así su decimocuarta victoria de la temporada y otro doblete que sumar a su palmarés en este gran año que ha realizado a lomos de la Ducati, marca a la cual ha llevado también a ser la campeona en la clasificación de marcas de este año. En esta segunda carrera le volvió a acompañar Marco Melandri en la segunda plaza y Eugene Laverty, que pudo ser tecero.
Checa, que no cabía en el mono de la felicidad que tenía, dijo lo siguiente a la finalización de la carrera francesa: "La sensación que tengo es magnífica. Desde que llegué a Superbikes he ido mejorando, he dado lo mejor de mí mismo, he progresado y finalmente ha llegado mi momento. Este año me he encontrado muy compenetrado con mi moto y con el equipo y por fin he conseguido un Mundial por el que he luchado con toda mi energía. Es algo fantástico. Lo más bonito es poder conseguir llegar a tus propios límites y poder disfrutar de una situación como la de ganar un campeonato del mundo dando lo mejor de uno mismo. Además, me encanta haberlo podido rematar ganando en la carrera y, por si fuera poco, también he podido vencer la segunda manga. Eso demuestra que estaba muy metido en el fin de semana, sin pensar demasiado en el título. Se hizo mucho camino en la cita anterior, con la victoria de Ímola".
