Los famosos son simples personas, personas encarnando a otras personas en el caso de los actores. Pero ponerse delante de una cámara aporta una fama especial, quizá porque los aficionados acaban viendo al personaje y no el verdadero rostro del actor. En el caso de Ryan Reynolds su carrera profesional es tan prolífica y variada como las motos de su garaje.
El Famoso
Este actor canadiense de 39 años hijo de un boxeador semi-profesional de Vancouver y que estuvo vinculado sentimentalmente con la cantante Alanis Morissette antes de contraer matrimonio en primeras nupcias con la actriz Scarlett Johansson y posteriormente con la también actriz Blake Lively, comenzó su prolífica carrera profesional en producciones televisivas como Hillside (1993) o Expediente X (1996).
Su primeros papeles en el cine llegaron con Van Wilder: Animal Party (2002) y Blade: Trinity (2004). Su primer papel en una superproducción no llegó hasta 2009 en X-Men Origins: Wolverine. Sus numerosos papeles en el cine han sido tan variados como contradictorios, desde superhéroes donde puede lucir su imponente físico, hasta interpretaciones de comedia como en The Proposal (La Proposición, 2009) coprotagonizada con Sandra Bullock, o incluso infantiles, como en el film Ted (2012) o Los Croods (2013).
Pero su talento no se deja encasillar fácilmente, protagonizando películas de gran tensión y dramatismo como Buried (2010) o The Captive (2014). Deadpool (2016) es su última película en la gran pantalla, un film en la que vuelve a encarnar a los superhéroes de la Marvel.
Su Montura
Del mismo modo que resulta realmente difícil encasillar a Ryan Reynolds en función de sus papeles como actor, en la vida real su afición por las motos es muy variopinta. Desde motos de “chico bueno” como la BMW R1200GS, pasando por la apariencia "canalla" de las Harley-Davidson, hasta llegar a modelos vintage de gran personalidad de Ducati o las café racer de la emblemática Triumph.
En esta última etapa es donde quizá encontremos al Reynolds más auténtico, una persona con gran gusto por las motocicletas que tienen su propio carisma. Su última adquisición es la Triumph Thruxton preparada por Dustin Kott de Kott Motorcycles.
En el vídeo Reynolds muestra su pasión por las motos que le llegó con solo 15 años de edad. En aquella época loca de su pubertad se metió de lleno en una pila de basura con su Honda CB750. Pero su locura sobre dos ruedas no terminó ahí, y en Istagram hay fotos suyas practicando un arriesgado sin-manos indicando en el texto inferior que nadie debería probar a realizar esa maniobra en casa, ¡especialmente en el salón!
Por no hablar de su intento de rescatar a la empresa emergente de motos eléctricas `Mission Motors´ y en concreto a su deportiva eléctrica Mission R. Ryan ofrecía un cheque en blanco y el inicio de producción en San Francisco, pero el propietario de Mission se negó y el resto de la historia es de sobra conocido.
Os dejo con el vídeo en el que Ryan Reynolds nos habla de la libertad que solo encuentra cuando rueda en moto por cualquier carretera de Estados Unidos o Europa.