Quien ha conducido alguna vez bajo la lluvia sabe lo complicado que resulta ver sin algún tipo de limpiaparabrisas. Aunque en el mercado hay algunos sprays que ayudan a que el agua no se quede mucho tiempo en la visera, lo ideal sería contar con algo como el Rainpal.
El limpiaparabrisas, o mejor dicho "limpia-viseras", es de fácil instalación/desinstalación. Se recarga a través de una toma USB y ha sido ensayado hasta los 160 km/h. Superando el factor vergüenza de contar con uno de estos artilugios montados en el casco, su funcionalidad parece a prueba de toda duda.
Este invento nos llega desde Inglaterra, un país con una amplia experiencia en días lluviosos. En España no faltan regiones con un clima especialmente propenso a la lluvia, como todo el noroeste peninsular. Para estos casos el Rainpal se adapta a cualquier casco y si no se adapta al suyo le devuelven el dinero.
Su instalación solo elimina un par de milímetros de la parte superior de la visera y pesa 150 gramos. El Rainpal se puede activar directamente mediante un botón o inalámbricamente mediante un kit de instalación para el manillar.
Su funcionamiento es bastante sofisticado y cuenta con velocidad variable - como en los automóviles -, y luces LED integradas para ayudar a la búsqueda de objetos en la oscuridad.
El Rainpal FundRazr se puede adquirir vía internet desde 49,99 libras británicas (unos 65 € al cambio).